GIOVANNY SEVILLA
TRABAJO SOCIAL
Hasta los países exportadores de petróleo están experimentando inflación, producto de la devaluación del dólar, los altos precios de los alimentos y; los excesos de liquidez. Nicaragua, por su parte, pertenece a los países importadores netos de petróleo, incrementando su vulnerabilidad ante la embestida de precios altos del crudo.
Sólo para el año 2007, la factura petrolera nacional fue equivalente al 14% del PIB, el 41% de las exportaciones y fue 1.5 veces mayor a lo que el país recibió en concepto de cooperación. Si este año la demanda de petróleo permanece constante y utilizando las proyecciones de crecimiento del BCN, un aumento de 100% en el precio promedio del crudo se traduciría en una factura de petróleo que representaría el 24% del PIB, el 67% de las exportaciones, 240% de la cooperación y 1.7 veces el gasto en pobreza.
Frente a este escenario negativo, sectores del país se preguntan porqué Nicaragua posee los precios de los combustibles y la inflación más alta de la región, aun cuando el impuesto al combustible es uno de los más bajos.
No es casualidad que las cifras oficiales del INE muestren que los precios de la gasolina súper a mayo del 2008 fueran 34 C$/gl mayor que el precio internacional, diferencial que además ha incrementado, ya que en mayo del 2006 era de 22 C$/gl.
Por otro lado, el país no hace uso eficiente de los combustibles gracias a la poca aplicación de medidas que permitan el ahorro de los mismos, una red vial en mal estado, unidades de transporte antiguas e ineficientes, tecnologías poco amigables con el medio ambiente y; plantas termoeléctricas con casi 40 años de funcionamiento, cuando su vida útil es de 25 años, entre otras.