viernes, 29 de agosto de 2008

¿UN APORTE EXTRAORDINARIO A LA ECONOMÍA DEL PAÍS SON LAS REMESAS FAMILIARES?


Giovanny Sevilla

Trabajo social

El fenómeno de la emigración de nicaragüenses y el impacto de las remesas en la economía familiar, popular y nacional, no ha sido, a mi juicio, suficientemente valorado en su verdadera dimensión por la sociedad y las instituciones del estado. Inclusive, hay muchas divergencias en las cifras del BCN, empresas encuestadoras e investigadores particulares sobre este tema.

Según algunos datos públicos, se estima una población de unos 800 mil nicaragüenses radicados en el exterior, una mayoría establecidos en Costa Rica, en segundo lugar en los Estados Unidos y, el resto, disperso en otros países centroamericanos y Canadá y España.

Por otro lado, es frecuente escuchar que la mayor oleada de emigrantes se dio en la década de los 80, como producto de la guerra desatada en el país, sin embargo, algunas cifras apuntan a un masivo éxodo a partir de los 90 y hasta la fecha, representando un 65 % de todo el flujo migratorio en este periodo, coincidiendo con el renacimiento de gobiernos neoliberales.

Los datos que circulan en el público muestran que más del 70 % de los nicaragüenses tenemos, por lo menos, un familiar en el extranjero y el 40 % recibimos un promedio de US $ 1,450 dólares cada año, producto de las remesas familiares contabilizadas. Aquí no se registran las encomiendas en especie (ropa, zapatos, cosméticos, electrodomésticos, etc.) y dinero en efectivo que otros familiares o amigos nos traen en sus frecuentes y nostálgicos viajes a su querido terruño.

REMESAS FACILITANDO EL DESARROLLO COMUNITARIO


Giovanny Sevilla

Trabajo social

Ciertamente el exodo nicaragüense y su profundo impacto en la cultura y la economía de nuestro país crecen día a día vertiginosamente. Por esta razón, tanto economistas, antropólogos como micro financieras y ONGs ya hablan del posible potencial de las remesas familiares como factor de desarrollo económico local de las comunidades de origen de los migrantes.

En Nicaragua, la mayoría de la población Migrante proviene de las zonas rurales del país y es en ellas, donde el impacto de las remesas se ha sentido a mayor escala y se observan una variedad de efectos.

Pero, ¿cuál es el verdadero potencial de las remesas en caso de existir un modelo de desarrollo económico local? Y ¿cuáles son los desafíos que una propuesta como ésta podría encontrar en Nicaragua?

miércoles, 27 de agosto de 2008

Las Ollas De Barro Y La Pobreza


GIOVANNY SEVILLA
TRABAJO SOCIAL

La agitación y las dificultades que afectan a este sector es grande. Sin embargo parece ser el más problemático porque la pobreza en la que están los artesanos que hacen este tipo de productos es tan grande que se les hace imposible desarrollarse, empresarialmente hablando.

Al no tener un capital permanente de trabajo, los miles de artesanos que hay, muchas veces tienen que prestarle dinero a los comercializadores para hacer sus productos y eso los condiciona porque los primeros les imponen el precio en que quieren comprarles el producto como forma de compensación al pago de intereses.

Antonio Ruiz artesano de san Juan de oriente ha prestado dinero durante los últimos años, porque en ocasiones no tiene ni para comer, según sostiene. Los paga haciendo ollas, cómales, tinajas, maceteras y alcancías y un sin número de artículos de barro. Todo para poder comer.

La última producción, que fue hecha por encargo consistió en un juego de ollas de cuatro tamaños diferentes que las dio a 20 córdobas. Este mismo juego fue vendido en 80 córdobas en el Mercado Oriental.

Y como no tiene especificado los costos de producción porque sólo le interesa sobrevivir no sabe que ganó menos de cinco córdobas por juego y que el comercializador 400 por ciento más que ella.

Según cálculos hechos para elaborar 10 ollas medianas, cada artesano gasta un promedio de 40 córdobas en materia prima. Ocho córdobas en un quintal de barro, 6.60 córdobas para la arena que necesita, 10 córdobas para la cantidad de barro rojo y 10 córdobas para el manojo de leña con el que quemará la pieza para darle el acabado final.

Aunque no se incluye la pérdida que pueda tener si una pieza se quiebra o se quema. Tampoco se incluye el 30 por ciento de materia prima que tienen que desechar siempre debido a la basura e imperfecciones.

Esto da un costo de 40 córdobas por las 10 piezas, lo que significa que, cada pieza terminada cuesta cuatro córdobas en promedio. Se vende en un promedio de cinco córdobas con cincuenta centavos, por lo que la ganancia de promedio es de 1.50 córdobas, sin incluir el pago de mano de obra que lo hacen ellos.

Esta pieza es comprada por los vendedores que salen de cada comarca o lugar donde se fabrican los productos rumbo a la capital y es revendida a los comerciantes del Mercado Oriental en un precio promedio de 14 córdobas. Estos la venden en promedio a 27.5 córdobas cada una.

Es decir que quien hizo la pieza ganó 37.5 por ciento sobre el producto, quien la compró ganó el 154 por ciento sobre el precio de compra y el que la vendió en el mercado se ganó el 96 por ciento sobre el precio de compra.

Al final la pieza que los artesanos vendieron en 5.50 córdobas, es comercializada en Managua a 27.50 córdobas, es decir 400 por ciento más cara.


Población Rural En Nicaragua Son Productores Pero Casi Todos Son Pobre


GIOVANNY SEVILLA
TRABAJO SOCIAL

La pobreza extrema nos dice de personas que ni siquiera pueden cumplir sus requisitos alimenticios básicos. La línea de pobreza extrema se define, en términos monetarios, como la cantidad con la que un individuo puede compra el requisito mínimo calórico.

Pero si este individuo dedicara todos sus recursos a comprar comida entonces éste sería su nivel de vida. Pero en realidad la gente en pobreza extrema tiene consumo de alimentos menores a los requisitos mínimos, indicando que están en estado de desnutrición.

La brecha de la pobreza ha disminuido sustancialmente y lo ha hecho mayormente en áreas rurales. Esto significa que ahora los pobres extremos se están acercando más a la línea de pobreza, el nivel de ingreso se ha incrementado pero no lo suficiente para poder saltar la línea de pobreza, siendo clasificados como pobres.

Ahora, tomando en cuenta el incremento de los precios de los alimentos significan una enorme oportunidad para Nicaragua. Ojala que se concreticen los apoyos al sector agrícolas con programas de semillas y de apoyos de insumos agrícolas para que Nicaragua pueda exportar a otros países.

20% de la población rural en Nicaragua son productores netos. 1 de cada 5 es un productor neto y la mayoría está en pobreza. En áreas rurales la pobreza es de 2/3. Entonces esta situación los puede beneficiar enormemente; de hecho esto se llama los términos del intercambio del campo ciudad. Por primera vez en muchísimos años los precios de los productos agrícolas están a favor del campo. Claro, no todos pierden, hay ganadores como perdedores. Los ganadores son los que producen alimentos
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¿Una solución a la pobreza puede ser el Comercio justo?


GIOVANNY SEVILLA
TRABAJO SOCIAL

La impopularidad de de la forma de operar del comercio convencional en todos los rincones del planeta, mayormente visible en un sinnúmero de protestas y demandas en contra las rondas de la OMC (organización mundial del comercio) y de la negociación y aplicación de decenas de tratados de libre comercio, ha puesto en duda la efectividad de las políticas de comercio internacional para combatir la pobreza en el mundo.

Las cifras hablan por sí mismas. Según estimaciones de Oxfam Internacional, si África, Asia Oriental, Asia meridional y América Latina logran incrementar en 1% su participación en las exportaciones mundiales, las ganancias resultantes, a través del ingreso, podrían sacar de la pobreza a 128 millones de personas.

Cuando los países en desarrollo exportan a los mercados de los países ricos, se enfrentan a barreras arancelarias y no arancelarias que son cuatro veces superiores a las encontradas por los países ricos. El mantenimiento de estos obstáculos les cuesta a estas regiones 100 mil millones de dólares al año, dos veces más de lo que reciben en ayuda externa.

Estas incongruencias han hecho que múltiples organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales y políticos, incluyendo a las Naciones Unidas, renueven el interés de desarrollar un mecanismo que promueva una relación comercial justa entre productores y consumidores.

Llamado comercio justo, este mecanismo aun en evolución se presenta como una alternativa de crecimiento y desarrollo sostenible para los excluidos de la globalización.

Producción nacional urge cambio de matriz energética.
Gilbert Antonio Gaitan Largaespada.

Incremento de la producción agrícola no necesariamente provocará una reducción en los precios de los productos alimenticios, que se han elevado considerablemente por efecto del alza en el valor del petróleo y no tanto en el desequilibrio entre la oferta y la demanda.

Sobre el supuesto impacto en los precios por el aumento en la demanda de alimentos de países como China e India, el funcionario de la FAO mencionó un estudio del Banco Mundial, que indica que por efecto del mayor consumo de alimentos, la inflación solo se ha incrementado en 6 por ciento a nivel mundial.

En cambio, por el petróleo el costo del transporte de la materia prima ha subido más del 80 por ciento y Nicaragua depende en casi un 80 por ciento del petróleo para generar energía eléctrica.Oportunidad para algunos Hurtado consideró que los altos precios de los alimentos son una oportunidad para una parte de los productores, pero no para todos.Dijo que es una realidad que por primera vez en más de 20 años tienen acceso a precios favorables y que algunos probablemente han duplicado sus ingresos, pero no está claro si la oportunidad es para todos.

“Va a ser una oportunidad si sos un productor que tenés competitividad, si tenés buena productividad, que no es la mayoría. El 80 por ciento de los productores de alimentos a los que no se les ha dado financiamiento, asistencia técnica y no se les ha dado educación, tienen un problema de competitividad; ganan un poco mejor, pero no salen de la pobreza”, dijo.Agregó que hay que tomar en cuenta también que el 40 por ciento de la población está en condición miserable y 70 por ciento está en situaciones de pobreza, según datos oficiales, lo que significa que si aumentan los precios de los alimentos, el 70 por ciento de los nicas va a pasar hambre.

“Entonces lo que es una oportunidad para un pequeño grupo de productores, en el modelo de desarrollo que tenemos, no es una oportunidad para la sociedad, porque va a tener problemas para comer.

“Producir actualmente se ha incrementado de forma tal que la venta de esos mismos productos no compensa ni el costo de la mano de obra ni el de la producción misma”, este problema afecta principalmente el acceso de las grandes mayorías a la alimentación diaria y no se refiere a un menú exclusivo, sino al maíz y al frijol, que conforman la dieta básica de los nicaragüenses.

La representante de Oxfam sostuvo que el sector agropecuario ha consumido solamente el 3 por ciento del Presupuesto de la República, en un país que es eminentemente agrícola y donde son los pequeños productores los que no han tenido acceso al mismo.Mora dijo que es necesario que el gobierno haga un esfuerzo con los programas de apoyo a la producción, porque es el garante del acceso al alimento, pero amerita que el sector privado y los organismos no gubernamentales vuelvan la mirada a priorizar al sector agropecuario, sobre todo a los pequeños, que están en peor situación.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Devaluación del dólar y el precio del petróleo


GIOVANNY SEVILLA

TRABAJO SOCIAL


Hasta los países exportadores de petróleo están experimentando inflación, producto de la devaluación del dólar, los altos precios de los alimentos y; los excesos de liquidez. Nicaragua, por su parte, pertenece a los países importadores netos de petróleo, incrementando su vulnerabilidad ante la embestida de precios altos del crudo.

Sólo para el año 2007, la factura petrolera nacional fue equivalente al 14% del PIB, el 41% de las exportaciones y fue 1.5 veces mayor a lo que el país recibió en concepto de cooperación. Si este año la demanda de petróleo permanece constante y utilizando las proyecciones de crecimiento del BCN, un aumento de 100% en el precio promedio del crudo se traduciría en una factura de petróleo que representaría el 24% del PIB, el 67% de las exportaciones, 240% de la cooperación y 1.7 veces el gasto en pobreza.

Frente a este escenario negativo, sectores del país se preguntan porqué Nicaragua posee los precios de los combustibles y la inflación más alta de la región, aun cuando el impuesto al combustible es uno de los más bajos.

No es casualidad que las cifras oficiales del INE muestren que los precios de la gasolina súper a mayo del 2008 fueran 34 C$/gl mayor que el precio internacional, diferencial que además ha incrementado, ya que en mayo del 2006 era de 22 C$/gl.

Por otro lado, el país no hace uso eficiente de los combustibles gracias a la poca aplicación de medidas que permitan el ahorro de los mismos, una red vial en mal estado, unidades de transporte antiguas e ineficientes, tecnologías poco amigables con el medio ambiente y; plantas termoeléctricas con casi 40 años de funcionamiento, cuando su vida útil es de 25 años, entre otras.